A mi me encantan las tiritas, y quizás debería odiarlas porque he pasado toda mi infancia llena de ellas, pero me gustan. Sobre todo las de colores, muñecos, diseños raros, y también esas transparentes que se confunden con tu piel. Aunque a mi me aguantan poco las tiritas, se despegan y desaparecen. Ahora me gustan estas tiritas azules, éstas que se convierten en el nuevo símbolo mundial para la donación de sangre, me gustan por ser tiritas, pero sobre todo por ser un símbolo sencillo, claro y eficaz.
Gracias a la revista Brandlife he sabido de esta iniciativa. Y también que Barcelona se convertirá el próximo 14 de junio en sede del Día Mundial del Donante de Sangre. Para promocionar el nuevo símbolo muchos se han puesto las tiritas, y la ciudad condal se prepara para este evento en el que no falatarán actividades de todo tipo. Para saber más podéis visitar la web de la Fundación The Love Comes.
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