Pues casi todo igual. Otra de las muchas tradiciones que confirman las similitudes entre los pueblos de las dos penínsulas vecinas. La iglesia, la novia de blanco, el arroz lanzado a los novios al salir, la comilona exagerada y larga, quizás más larga que las nuestras.
Las diferencias más destacables, o al menos, las cosas que yo no he visto en las bodas "a la española". Que el cura, como en muchas iglesias italianas nos daba la espalda durante toda la misa; que los novios tienen que cortar una cinta blanca como inauguración de su nueva vida, y que no había fiesta después de la comida, ni baile, ni copas, ni nada.
Por lo demás como decía, muchos parecidos razonables. A destacar el inservible regalo de los novios al final de la "fiesta", la cantidad de pares de tacones altísimos que no sabían ser llevados (los míos sorprendentemente no eran de los más torpes); y el lugar, Villa Ferrari, una ex propiedad del que fue "el berlusconi" (presiendete del consiglio) durante 7 candidaturas. En medio de la Ciociaria, rodeada de verde, en alto, precioso... pero lleno de mosquitos!!
Aquí dejo un par de recuerdos gráficos de la experiencia.
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