Otro gran descubrimiento. Una calle de compras con grandes aceras que te permiten pasear mucho más desahogado que en Via del Corso y evitando las subidas y bajadas de Via Nazionale. ¡Hay de todo! Y está cerquísima del Vaticano, así que no es una mala idea aprovechar y dar una vuelta el día que uno hace su visita turística al estado del Papa.
A destacar:
El mercado destartalado que encontramos dentro de un edificio restaurado. Con puestos en los que aun encontrabas adornos de navidad.
Castroni, tienda que no puede perderse ningún aficionado del buen comer, ni nadie que quiera llevarse a casa un buen producto Italiano (o extranjero). Desde funghi porcini (leído fungui porchini) hasta acetto di modena (vinagre de modena), pasando por chocolates, pastas, infusiones, y un largo etc. Es una institución y este de Cola di Rienzo fue el primero en abrirse (se puede encontrar otro en via nazionale)
Y por supuesto, la que a partir de ahora será mi tienda de ropa "base". Visto que aquí no puedo contar con Zara (comprar a los precios que ofrece en Italia me parece excesivo), Brandy & Melville se ha convertido en mi nuevo santuario. Ropa de algodón, vestidos, minivestidos, camisetas, pantaloncitos, maxiblusas, todo!! Magnífico, sencillo, y a un precio increíble.
Una expedición muy productiva, que acabó con una buena comilona en el barrio que mejor conocemos, San Lorenzo, el nuestro.
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