Muchos grados bajo cero, amigos estupendos que nos acogen en su dulce hogar de montaña, y ganas de pasarlo bien deslizando. Ha sido un gran fin de semana, con descubrimientos "frescos", tanto por el frío que congelaba el líquido del limpiaparabrisas de nuestros coches, como por lo novedosos.
Las pistas de Ovindoli, suficientemente grandes como para que una principiante sobre un snowboard no temiese cada segundo el caer encima de alguien o que otro principiante le cayese encima. Bares con música y buenísimo bombardini. Y un snowpark alucinante (el más grande que había visto hasta ahora), con muchos riders rebosantes de buen royo repartiendo vin brûlé (vino caliente). Lo peor, la aglomeración de gente del domingo, lo mejor, lo cerquita que estaba la casa y lo poco que tardábamos en estar en las pistas o en el sofá con la mantica.
Para el "dopo sci" (después del esquí) una pizzería magnífica en Rocca di Mezzo dónde Luccio nos hizo la pizza con "funghi e tartufo" más buena que habíamos probado. Y por supuesto, el restaurante en el que cenamos, Campacavallo: un menú maravilloso, lleno de cosas particulares en perfecta sintonía con platos y bebidas típicas de la región del Abruzzo; en un ambiente muy familiar perfectamente decorado y con una agradable "padrona di casa" recomendándonos lo mejor.
Del fin de semana me quedo con la compañía, los grandes avances sobre la tabla y el Risk (aquí en Italia conocido como Risiko).
2 comentarios:
Te gusto la pizza di Lucio , e'??!!
- i wish the snowpark was still like that, where did u get that picture?
Me encantaaaaa!!! :-D
L'ho pressa di internet la foto della snow park, ma non è tanto diverso no? Fra un po vengo pure io a fare dei salti con voi ;-)
Publicar un comentario