Viendo sus modelos podrías pensar que acabas de caer por un agujero y has aterrizado con una culada sonora en El País de las Maravillas. Pero no es así, son reales, y no solo prototipos o ideas surrealistas. Se trata de las creaciones de Kobi Levi, un diseñador isrraelí que trabaja como freelance para empresas tanto en Jerusalem como en Italia, China o Brasil.
Zapatos que no dejan indiferente. Y es que la imaginación de este joven diseñador no tiene límites. Los tacones se convierten en picos de diferentes aves, o en chorros de café que brotan de la jarra, incluso en otro zapato igual que el que mantiene pero más pequeño.
Una fantasía de colores y formas, un juego y un montón de creatividad hecha realidad. Aquí os dejo solo algunas de sus creaciones, pero podéis ver muchas más en su blog o siguiéndole en Facebook.
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