Me llamó mi amigo Diego, que trabaja en una agencia de publicidad, para pedirme un favor. Tenía que ayudarle a seleccionar las prendas que usarán para la próxima campaña de Estasi, una cadena de perfumerías a la que cada año le organizan un plan de comunicación 360º.
Diego, siguiendo mi consejo había contactado a Antonio Martino y Barbara Molinaro, propietarios de Antonio Martino Couture.
Yo le hablé de ellos porque vinieron a darnos una clase al master en febrero y me parecieron muy abiertos a todas estas propuestas. Y no me equivoqué. Antonio nos esperaba en el Atelier que tienen al ladito del Coliseo, con una sonrisa de oreja a oreja y con ganas de colaborar.
Estuvimos viendo vestidos de alta costura, camisas originales, chaquetas imposibles, comentamos ideas, hablamos de la campaña, elegimos algunas prendas e hice fotos.
Al final, hablando de los accesorios que se usarían en la campaña, Antonio nos habló de unos amigos suyos que tenían una tiendecita en esa misma calle que hacen joyas con botellas recicladas. La campaña de Estasis será muy de naturaleza, agua, pureza... etc. ¡Las joyas recicladas nos iban que ni pintadas! Así que allí nos fuimos, a descubrir otro rincón escondido de Roma del que me enamoré al instante.
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